Los controles de alcoholemia iniciados este verano por la policía local en el casco urbano han empezado a disuadir a los conductores porque solo dos de 78 han dado positivo el fin de semana pasado. Según la información facilitada ayer por el concejal de Interior, Francisco Martín, alrededor de cincuenta han sido denunciados desde el mes de julio, lo que revela "una clara reducción en el número de conductores que beben y conducen, algo muy positivo y que avala el buen trabajo que se está realizando desde la policía local cuyo primer objetivo es la prevención".

La seguridad vial es uno de los objetivos prioritarios marcados por la concejalía y la incidencia de los controles se ha hecho notar en los juzgados, donde cada martes se han venido celebrando varios juicios con detenidos por alcoholemia. Algunos incluso profesionales que necesitan del coche para trabajar y a los que se les ha retirado el carnet por un año. "El mensaje es --resaltó el concejal-- tolerancia cero con el alcohol si se va a conducir".

MULTADOS 4 LOCALES Otro frente abierto por la concejalía, el del control de la movida, se ha saldado este fin de semana con la apertura de cuatro actas por incumplimiento del horario de cierre a Las Doce Animas, La Imprenta, El Limbo y El Moma, según la información oficial donde Martín insiste en que "todas las denuncias ejecutadas por la policía local se mandan a la Junta de Extremadura para instruir el correspondiente expediente sancionador". Por lo que el concejal vino a pedir paciencia a los afectados por los ruidos al reconocer que es "consciente de que este proceso es largo, pero estas sanciones serán efectivas en los próximos meses".

SEGURIDAD EN LOCALES Mientras tanto, la concejalía ha ordenado a la policía local que establezca el aforo máximo que deben tener los locales porque dice haber constatado que "algunos presentan signos evidentes de estar altamente concurridos". Lo anunció ayer el edil para garantizar la seguridad de los ciudadanos ante cualquier incidente que pudiera ocurrir de manera que un técnico y un agente de la policía local recorrerán los locales de ocio nocturno para fijar el aforo máximo y revisar las medidas de seguridad.

Por otro lado, el pasado fin de semana otros cuatro jóvenes fueron denunciados por tomar la calle como urinario público y tendrán que pagar cien euros de multa al ser sorprendidos en el Resbaladero de San Martín y en las calles San Ildefonso y Medina por la policía local. Mientras las quejas vecinales por la suciedad acumulada en el centro no cesan como tampoco por el hedor a orines que desprenden las calles más próximas a la movida y que por estar en el recinto histórico son de las más visitadas.