Me encanta leer o escuchar noticias de agradecimiento a la colaboración ciudadana, cuya aportación ha evitado o logrado corregir males mayores. Esta es la única forma de conseguir cambios que mejoren nuestro entorno o eludan que otros semejantes lo empeoren.

Días atrás se ha detenido al presunto autor de al menos ocho de los terribles incendios que han tenido lugar en la comarca de Sierra de Gata, durante la segunda quincena de agosto. Porque aunque la detención y pesquisas las lleven a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para ello, los vecinos o personas que frecuentan la zona son de vital importancia, por si hubieran visto vehículos o alguien sospechoso, de donde sacar un hilo del que tirar, amén de todas las pruebas halladas en los propios incendios y tratadas por los investigadores del Seprona. Porque casi siempre que se hace algo malo, hay alguien cerca viéndolo, más en estos tiempos en que llevamos tan a mano el teléfono móvil y la información se distribuye a la velocidad de la luz.

¿Cuántas personas desaparecidas han sido halladas, o sus cuerpos, gracias a la contribución de cientos de voluntarios que dedicaron su tiempo y esfuerzos para este u otros trabajos?

De esto trata el civismo, de esas pautas mínimas de comportamiento social que nos permiten convivir en colectividad, como llamar al Servicio de Emergencias 112 cuando detectamos accidentes, fuegos o cualquier situación de peligro o urgencia, que para eso está, para que los ciudadanos lo utilicemos y alertemos y la cosa no vaya a mayores. Y más aún, también se trata de educación, sin ella sería imposible practicar el civismo, porque debemos de ofrecer amabilidad y cortesía, ser proyectores de solidaridad, de cuidado, de respeto, ser garantía de que se perpetúe el bienestar y la convivencia.

Por cierto, el ayuntamiento de Plasencia ha arreglado por enésima vez el ascensor de la avenida Calvo Sotelo, tras estropearse, como casi siempre, por el mal uso de algunos ciudadanos, siendo como es tan beneficioso para personas con capacidades reducidas que necesitan acceder al centro de salud Luis de Toro. Veremos a ver cuánto dura. Por esto y por ellos, si ves que alguien hace algo malo, no seas cómplice, dilo. (Aplíquese a todos los casos).

Como dijo Graham Greene: «Ser humanos también es un deber».