La crisis del coronavirus no había parado las intervenciones quirúrgicas en el hospital Virgen del Puerto de Plasencia, hasta ahora. Las operaciones de tumores y las urgentes se han venido realizando, pero el jueves por la mañana se realizaron las últimas. Las previstas para la tarde quedaron suspendidas y, de momento, no se retomarán en el hospital placentino. El motivo es la falta de anestesistas.

Así lo ha confirmado la Consejería de Sanidad, que ha señalado que, de los 11 anestesistas del servicio, solo 3 permanecen en activo. Cinco se encuentran de baja al formar parte de los 62 sanitarios de este centro que están actualmente contagiados y los otros tres «están de baja por patologías que no tienen que ver» con el virus. Por lo tanto, la posibilidad de recuperar la actividad quirúrgica «se ha visto suspendida por esas bajas imprevistas», tanto para enfermos oncológicos, como para las urgencias y el resto de patologías.

Precisamente, la consejería ha señalado que, «debido a este imprevisto, ha habido también que reprogramar las intervenciones quirúrgicas no urgentes y que estaba previsto retomar para ir paulatinamente recuperando la normalidad asistencial».

Ante esto, la solución más «inmediata» que ha previsto Sanidad es «la cooperación con otras áreas de salud para la derivación quirúrgica de pacientes oncológicos». No ha concretado las áreas porque «todas cooperan y la derivación se hace según los criterios asistenciales coordinados con las áreas y con los servicios centrales del SES. Se valoran todas las posibilidades y se elije la mejor».

Respecto a la posibilidad de contratar a más anestesistas, apunta que «Anestesiología es una de las especialidades deficitarias del Sistema Nacional de Salud y en esta situación se acrecienta su dificultad».

TESTIMONIO / Pero esto no convence a los pacientes. «A los enfermos de cáncer les va la vida», subraya la hija de una mujer de 80 años a la que le diagnosticaron un cáncer gástrico en enero y que está en lista de espera «con la máxima priodidad».

Explica que su oncólogo esperaba que la hubieran intervenido antes del cuarto ciclo de quimioterapia, pero lo tuvo el 2 de abril y «ni siquiera le han citado aún para la preanestesia».

«No se puede tener así a la gente. Mi madre necesita una intervención, está en juego su vida y el oncólogo nos dice que ya se hubiera podido operar y que llevan mucho tiempo pidiendo anestesistas, que en otras áreas sí los hay. ¿No puede venir ninguno algún día a la semana? ¿No se pueden contratar?», se pregunta.