Algunos vecinos de la barriada de Río Jerte han vuelto a sufrir el fin de semana actos de vandalismo. Según explicó ayer el presidente vecinal, Antonio Gil, varios vehículos que se encontraban aparcados en el entorno de la sede vecinal amanecieron el domingo con los tapones del depósito de la gasolina rotos y sin gasolina.

Es el tercer episodio de vandalismo que sufren en el barrio, después de encontrarse con palillos en las cerraduras de comercios y portales y con una veintena de coches pintados con barra de labios.

Por eso el presidente vecinal ha pedido al concejal de Interior más policías a pie, para que los autores de estos vándalos se lo piensen antes de volver a actuar.