La preocupación de varios comerciantes de Luis de Zúñiga ante las obras de la plaza les ha llevado a reunirse con la asociación de vecinos de Rosal de Ayala para solicitar información al ayuntamiento. Temen que una vez realizada la reforma, los locales de la plaza se inunden a causa del bajo nivel del nuevo acerado. Tras la junta, celebrada hace un mes aproximadamente, la presidenta de la asociación de vecinos, Rocío Martín, ha pedido a la Concejalía de Obras una reunión con el arquitecto encargado de la obra. "Las aceras están quedando más anchas de lo normal, desde La Quintería está quedando un pico que sobresale y a los vecinos nos parece que una vez terminada la obra, los camiones no van a poder pasar, además el nivel del acerado está muy al ras, por lo que pueden producirse inundaciones en los locales de la plaza" , señala Martín.

La petición de la obra se reivindicó desde hace seis años por la junta directiva del barrio, encabezada entonces por Agapito Díaz, y hace algo más de cuatro meses fue adjudicada a la empresa Urbamon S.L. por un importe de 120.000 euros. Mediante la reforma integral de la plaza se pretende acabar con el cuello de botella que provocaba el intenso tráfico de la zona, ya que es una de las vías más transitadas por los placentinos, y el creciente número de coches estacionados sumado a la estrechez de la calzada, dificultaban la circulación a conductores y viandantes haciéndose cada vez más urgente una remodelación.

Rocío Martín afirmó que el barrio está satisfecho con que se ejecuten estas obras, que por el momento se están efectuando dentro del plazo previsto, no obstante, crece la preocupación de los empresarios de la plaza, que advierten la posibilidad de que tras la realización de la reforma del acerado, sus locales sufran inundaciones durante el invierno.