El ayuntamiento ha tenido que llegar a ordenar a unos vecinos de la avenida Obispo Laso, en San Miguel, la retirada de un tendedero de ropa. Ha tenido que echar mano de la ordenanza reguladora de la limpieza viaria que "prohíbe --dice el texto-- "tener a la vista del público en las aberturas de las casas y barandas exteriores de las terrazas ropa tendida, sucia o lavada, y cualquier otra clase de objeto que sea contrario al decoro de la vía pública o al mantenimiento de la estética urbana". Todo porque el tendedero en cuestión impide el acceso a las cocheras de un edificio colindante a petición de la empresa constructora.

No es la primera vez que al ayuntamiento le toca mediar en la discordia porque por decreto de Alcaldía ya se debería haber retirado. Pero la vecina alegó que la franja en cuestión del terreno está levantada en propiedad ajena y, de hecho, el asunto está en tribunales. Pero el ayuntamiento ha resuelto que mientras no se resuelva el litigio, se ve obligado a hacer cumplir las ordenanzas municipales para garantizar el uso de un inmueble que, asegura, cuenta con todas las licencias y autorizaciones.