Thalía Garrido es la única extremeña de la edición de Operación Triunfo que se estrenó ayer. Tiene 18 años y, según sus padres, todas las cualidades de una artista completa, porque canta, baila, toca el piano y compone canciones. «Tenemos esperanzas porque creemos que cuadra que el perfil que busca el programa».

Lo afirmaba ayer su padre, antes de la emisión de la primera gala, donde se decicía si entraba o no en la academia -al cierre de esta edición aún no estaba decidido-. Ella misma les dijo ayer por teléfono que acudía «con muchas ganas».

«Estamos nerviositos», confesaba su padre desde Madrid, donde vive la familia desde que hace dos años decidieron dejar su residencia y trabajo en Malpartida de Plasencia para volcarse con su hija y la profesión que ha elegido. «Ella se ha preparado y siempre ha tenido claro que se quería dedicar a esto».

Thalía Garrido nació en Navalmoral de la Mata, pero «se siente chinata», porque ha vivido muchos años en Malpartida de Plasencia, donde reside la familia de su padre. También tiene una tía en Navalmoral, por lo que en ambas poblaciones estuvieron pendientes de su participación en el programa anoche. «Malpartida está volcada en ella».

Él es albañil y su madre, pianista y Thalía toca el piano desde los 7 años. Estudió en el conservatorio placentino García Matos y hasta sexto de canto en Madrid, con dos matrículas de honor y premio extraordinario de canto, además de tres años en la Escuela Internacional de Artistas Jesús Yanes. Este dice de ella en un video colgado en internet que es una «pedazo de artista, con una proyección enorme y una técnica espectacular».

Thalía está muy unida a sus padres, que destacan que «es muy inocente, muy de verdad, emociona y ha estado hincando los codos para conseguir trabajar en esto y ser una artista».