"Hasta mil firmas de apoyo hemos recibido en una semana", resaltó ayer Florencio García, titular del asador de pollos situado en la Puerta del Sol, ante la orden de cierre decretada por el ayuntamiento con el argumento de que el establecimiento carece de la preceptiva licencia de apertura. Lo que se debe, según los afectados, a una "encerrona de la dueña del local".

El afectado sostiene que su casera ha incitado a la presidenta de la comunidad de vecinos, en cuyos bajos se encuentra el asador, a denunciarles para forzar su desalojo y no tener que cumplir el contrato de arrendamiento que no termina hasta el año 2016. "El ayuntamiento --dice para probar su versión de los hechos-- apoya a quien primero denuncia molestias de olores por no tener chimenea, y una vez instalada la misma, denuncia que se retire dicha chimenea para así poder volver a demandarnos por olores y presionar al ayuntamiento para que nos deniegue la licencia y cierre el local, de lo cual salta a la vista que no quiere acabar con los olores, sino con el negocio, que es el sustento de tres familias".

Según el ayuntamiento, el cierre viene ahora motivado porque una sentencia de la Audiencia Provincial obligó a retirar la chimenea que, efectivamente, contó con la autorización municipal para eliminar los olores denunciados por los vecinos. Lo que volvió a dejar al asador de pollos en la misma circunstancia que originó la queja vecinal y el ayuntamiento decidió denegar la licencia de apertura. Mientras el afectado indica que ha demandado a la comunidad de vecinos judicialmente.