Solo la piscina de 25 metros se libró el lunes de los efectos de la tormenta, que inutilizó las otras dos mientras el ayuntamiento se apresuró ayer a retirar el barro y a limpiarlas para que no tarden más de cuatro días en volver a abrirse al baño, según la previsión de la concejalía de Juventud y Deportes. Tareas que no han impedido la apertura al público de las instalaciones municipales porque los bañistas pueden hacer uso de la piscina mediana, que tiene capacidad para cien personas, aunque los niños tendrán que esperar la limpieza de la suya, según la información municipal.

Según datos oficiales, cayeron casi 31 litros de agua en las tres horas que duró la tormenta a partir de las 18.30 horas y los bomberos tuvieron que hacer nueve salidas para achicar el agua en pequeñas inundaciones ocurridas en diversos puntos de la ciudad desde la avenida Calvo Sotelo a Río Jerte. Aunque la zona más afectada fue el polígono, ninguna revistió gravedad pese a intensidad con la que estuvo cayendo el agua. En el paseo de la Ribera, por ejemplo, se desplomaron ramas de árboles sobre los coches allí estacionados.

Sin embargo, las alcantarillas de distintas calles y avenidas demostraron no estar a punto porque el agua no corría de la suciedad que acumulaban, lo que provocó quejas vecinales, sobre todo en zonas recién renovadas como la avenida de la Vera. Mientras tanto, el ayuntamiento pidió ayer disculpas por las molestias ocasionadas a los usuarios de la piscina municipal. Aunque los bañistas que ayer se enteraron allí mismo restaron importancia a la situación por tratarse de un imprevisto.