La señora Pura Iglesias representa, sentada a la puerta de casa mientras los operarios trabajan, la ilusión y el agradecimiento con que los pocos vecinos de esta céntrica calle han recibido las obras de asfaltado por las que llevaban clamando desde hace ya casi dos años y la esperanza que tienen puesta ahora en un ayuntamiento que les ha prometido el alumbrado.