Ya lo avisó José Luis Benavente, el gerente de la plaza de toros, en una entrevista concedida a EL PERIODICO: "Hemos preparado una corrida de banderilleros para dar espectáculo", dijo. Y estaba en lo cierto, al menos en lo que respecta al gran triunfador de la tarde, Luis Miguel Encabo, que puso en pie al público asistente al derrochar valor y coraje en el último toro de la tarde, al que fue capaz de cortarle dos orejas tras una faena brillante.

Sus compañeros de cartel, Juan José Padilla y el Fandi, pelearon de lo lindo sobre la arena, pero no les acompañaron ni los toros, ni la suerte, aunque el Fandi fue capaz de cortar una oreja tras una voluntariosa faena que supieron reconocer los aficionados.

La de ayer fue una corrida extraña. No es normal que la ciudad albergue un festejo a mediados de mayo --se llenó media plaza-- y también fue extraño no encontrar en el palco, asesorando a la ayer presidenta Carmen Blázquez, al extorero y auténtico conocedor del mundo del toro Manolo Santos, que hoy será homenajeado a título póstumo por todos sus familiares, amigos y antiguos alumnos de la escuela municipal taurina. Muchos de los espectadores que acudieron ayer a la corrida, repetirán hoy para rendir tributo a Santos.