Ya está solucionado el problema del espacio en aulas del centro universitario y su director, Francisco Tirado, adelantó ayer que su ampliación, que se está negociando, podría llegar de la mano del actual edificio de los juzgados, que quedará vacío cuando finalice la obra de los nuevos y comiencen a funcionar. Dejó claro además que en el centro no existe desorganización, ni caos, como ha afirmado el grupo PREx-CREx --que ha anunciado que pedirá explicaciones en la asamblea-- sino problemas circunstanciales ya resueltos en un centro que ha visto aumentado considerablemente su alumnado y que trabaja por seguir adaptándose a las novedades educativas.

En cuanto a la ampliación y a la posibilidad de ocupar parte de la planta baja, donde ahora hay estudios no universitarios, Tirado señaló que "las cosas no se pueden hacer de la noche a la mañana; no se puede desmantelar el material de los ciclos formativos, ni podemos echarles porque se les cedió un espacio, como a nosotros. Podríamos compartir espacios", dijo. Pero además, señaló que el alcalde se ha comprometido a ofrecer la sede actual de los juzgados para ubicar los ciclos formativos que se imparten ahora en el centro universitario y que la universidad pudiera ganar así aulas. "Estamos esperando a que termine la obra de los juzgados y todos estamos continuamente buscando soluciones", dijo.

Porque subrayó que, de tener 950 alumnos con las anteriores titulaciones, se pasará este año a unos 1.500 con los Grados, más un centenar de profesores y personal de administración.

No obstante y sobre las quejas de alumnos por tener que estar de pie en clases como la de Bioquímica, Tirado afirmó que ha sido una situación excepcional y fruto de un cúmulo de circunstancias, como la obligación de ceder las aulas más grandes durante tres días para los exámenes de selectividad de septiembre, lo que obligó a reubicar grupos para no suspender las clases; el aumento del número de suspensos en Bioquímica y otras.

A la vez, señaló que el centro se tiene que adaptar a circunstancias como el adelanto de los exámenes de septiembre a julio, por lo que ha pedido a la Junta que costee la instalación de aire acondicionado en las aulas porque no tienen aire y en julio están a más de 40 grados.

Con todo, Tirado quiso transmitir "tranquilidad porque las cosas se están haciendo bien".