Una vez que el pleno municipal ha aprobado inicialmente la modificación necesaria en el Plan General Municipal para cambiar la calificación del suelo en la zona de La Vinosilla, de forma que se puedan regularizar las construcciones existentes, Santiago Santos, el único vecino que tiene orden judicial de derribo de su vivienda en esta zona, ha entregado un documento municipal en el juzgado para dejar constancia de esa aprobación.

Se trata de su «último cartucho» para intentar evitar el derribo, que tiene como fecha tope mañana, 8 de enero.

«Vamos a intentar que den alguna respuesta», afirma, tras hacer la gestión a través de su abogado. No obstante, si ese día no ha recibido contestación judicial, su intención es aprovechar el fin de semana para desalojar la vivienda de muebles y comenzar con las obras de ejecución del derribo la próxima semana.