La Concejalía de Urbanismo ha decidido iniciar un chequeo a todos los edificios del casco histórico con el objetivo de que ninguno llegue a la situación de ruina que ha llevado al ayuntamiento a ordenar el derribo urgente de un inmueble por motivos de seguridad y que decidirá la demolición de otro la próxima semana por la misma razón.

El problema es que a la situación de abandono de los edificios se han sumado las numerosas lluvias de los últimos meses, lo que, en el caso de un inmueble situado en la calle Clavero, ha provocado el derrumbe parcial de la vivienda y la obligación municipal de ordenar su derribo inmediato, ya ejecutado.

Los concejales de Urbanismo y Obras, junto a técnicos municipales, han revisado este inmueble y otro situado en la calle Borrego y han concluido que, por seguridad, para evitar derrumbes que puedan perjudicar a los edificios colindantes o a viandantes, es necesario demolerlos. Siempre como ejecución subsidiaria por parte del ayuntamiento, es decir, que el consistorio costea la demolición, pero pasa después la factura al propietario.

Estos dos casos han llevado al concejal de Urbanismo a tomar la determinación de iniciar una revisión completa y exhaustiva de todos los edificios.