La mayoría de los usuarios del parque de La Isla coinciden en la necesidad de contar, al menos, con un mínimo de vigilancia en el recinto, sobre todo tras conocer la noticia de que este verano el canal no dispondrá de la supervisión de socorristas.

Algunos bañistas consultados ayer denunciaron que, ante la falta de socorristas, han aumentado las situaciones de peligro en la zona y ponen como ejemplo que algunos jóvenes se tiran al agua desde la barandilla que separa la zona de baño de los aparcamientos, algo prohibido, pero que queda ya bajo la responsabilidad del usuario y que antes impedían los socorristas.

Precisamente, un joven recordaba ayer que ya se ha producido algún percance. "Un niño que iba corriendo para tirarse al agua, resbaló en la piedra, se raspó y salió lleno de sangre y allí no había nadie para atenderle". Por eso, reclaman también la presencia de personal sanitario.

Otra de las quejas es que, en ocasiones, algunos dueños de perros aprovechan el agua del canal para lavar a los animales y utilizan los alrededores de la zona de baño para que hagan sus necesidades. Esto supone una desagradable situación para los usuarios del canal, ya que tienen que aguantar este tipo de acciones sin que nadie ponga impedimento alguno, afirman.

Igualmente, denuncian que han aparecido restos de cristales rotos en el canal, lo que supone un peligro para los bañistas porque pueden resultar heridos.

Además, en cuanto al mantenimiento de las instalaciones, los usuarios piden la apertura de los lavabos durante el fin de semana, dado que es cuando hay un mayor número de personas en el parque y una mayor higiene no solo de los aseos, sino también de todo el recinto por los desperdicios --colillas y bolsas-- que acaban en el césped, aunque reconocen también que se debe a la falta de civismo.

Por todas estas razones, los habituales del parque piden que el ayuntamiento disponga de una persona capacitada para atender los problemas que ocurran durante el tiempo de baño, así como de asegurar una buena utilización de las prestaciones que ofrece el parque. En definitiva, estos usuarios acusan al gobierno local de "realizar una mala gestión" no sólo por la falta de socorristas, sino también, por el estado general de los servicios e instalaciones de La Isla.

En el lado opuesto, algunos usuarios consultados mostraron ayer su satisfacción por el estado actual del parque y no ven necesaria la presencia de socorristas. De hecho, consideran que su supresión es una buena medida de ahorro de un dinero que se puede emplear en otros servicios.