Vasdastillas entera se ha volcado con la familia de Casas de Millán. Ayer tarde recibió al menos una docena de cajas con comida y ropa que los vecinos, y también la Cruz Roja de Jaraíz de la Vera, les han hecho llegar a través de los promotores de esta cadena de solidaridad con los dos hermanos, los hijos y la abuela, que están viendo morir de hambre a su ganado por falta de medios económicos.

El maletero de un Renault Megane llegó repleto de botellas de aceite, leche o vinagre, paquetes de arroz, galletas o leche en polvo, latas variadas o ropa que los vecinos han logrado reunir desde el sábado, "porque tenían la nevera y la despensa vacía --aseguran los organizadores--, y hoy nos ha confesado la hija mayor que ha habido noches que han bebido agua para cenar".

CAMPAÑA SOCIAL Lo que saltó la semana pasada a la opinión pública como un grave problema sanitario por la muerte de hambre de cuarenta cabras que obligaban a los vecinos a ponerse mascarillas se ha descubierto como un drama para la familia Macarrilla que no ha dejado indiferente al municipio jerteño de Valdastillas, donde la madrina del hijo menor ha puesto en marcha la campaña de solidaridad, "porque ellos son los primeros que están en situación de extrema necesidad", insistió ayer.

Aseguran que en un año han perdido 700 cabezas de ganado por una mala racha entre la sequía y enfermedades "pero no se han atrevido a pedir ayuda", aunque ya les han embargado incluso la casa. Uno de los dos cabeza de familia se ha ido con la mujer y el hijo mayor a buscar suerte en una finca de Zarza la Mayor. Pero las cabras, su medio de vida, siguen muriéndose en Casas de Millán.

"La única solución que da la Junta es el sacrificio del ganado malo, pero un carnicero les ha traído pienso a ver cuántas se pueden salvar, aunque como el ayuntamiento hizo la fosa en la misma nave esto es un foco de infección porque además siguen muriéndose cabras". Así las cosas, sus benefactores lanzaron ayer un llamamiento: "A ver si algún abogado les ayuda, que son gente humilde, y todo esto no valdrá para nada si lo que sacan es para pagar el embargo".

Al Ayuntamiento de Casas de Millán le piden que dé empleo temporal a la hija mayor porque encima la abuela, de casi noventa años, está pendiente de una operación y confían en la ayuda de Cáritas Plasencia.