EL PUENTE está dejando también su rastro en lo que se refiere a actos de vandalismo desde la rotura del teléfono de la parada de taxis en la plaza Mayor al cristal que apareció hecho pedazos de la cabina de teléfonos del rincón de San Esteban sin dejar de mencionar que apenas queda en pie alguna de las vallas de obra dejadas desde aquí a Las Claras, un paso obligado para los visitantes hacia la catedral. Pero también papeleras rotas en diversos puntos de la ciudad como en la antigua travesía o en la avenida de la Vera. Además de la rotura de algún espejo retrovisor a coches aparcados en la calle. Un balance que parece habitual de puentes festivos como el que estamos viviendo, pese a la ordenanza antivandalismo.