Después de varios fines de semana de calma al intensificar el ayuntamiento los controles del horario de cierre y los ruidos de la movida nocturna, vecinos de la calle de los Vinos han vuelto a quejarse de los ruidos. En un correo electrónico enviado a la oposición y en su blog de internet lo achacan a "la intolerancia de los dueños de los bares" --que siempre han dejado claro que no quieren cerrar con sus quejas-- y a "un descuido, sin la mayor importancia" por parte del ayuntamiento. Sin embargo, advierten de que "de seguir repitiéndose dicho descuido, las medidas a adoptar ya serán de otro tipo y exigirán el cumplimiento de la ley y normativas por otros cauces".

Los vecinos destacan que tras la reunión que mantuvieron en octubre con la alcaldesa para pedirle medidas ante el exceso de ruidos que impiden su derecho al descanso "ha habido tres fines de semana de control y calma, pero los controles se han relajado", ya que se quejan de haber pasado "una nueva noche de vigilia", la madrugada del pasado sábado.