Los vecinos de la calle Cartas están hartos del lanzamiento de petardos que sufren desde principios del verano. Hasta ahora, lo achacaban a las despedidas de soltero u otras fiestas, que se limitaban a provocar mucho ruido, pero la gota que ha colmado el vaso ha sido el lanzamiento de un cohete el fin de semana pasado, que acabó impactando contra la persiana de un segundo piso, por lo que han pedido más vigilancia policial para atrapar a los que lo hicieron explotar.

"Serían sobre las dos de la madrugada cuando hemos oído un ruido impresionante porque al tener las ventanas abiertas y ser una calle estrecha, se oye mucho", contaba ayer un vecino. La detonación fue tal que, según su relato, muchos residentes salieron en ese momento a las ventanas y balcones y descubrieron que un cohete "no un petardo de los de suelo sino de esos que llevan un palo y se elevan" había impactado contra una persiana.

VENTA Y USO PROHIBIDOS El susto fue monumental, más aún por lo que hubiera podido pasar: "Si llega a entrar en una casa eso es incendiario. Si prende una cortina, mi casa se quema porque es toda de madera", subruyó un afectado. Por eso, advierten de que "eso no se puede permitir", sobre todo cuando su venta y uso está prohibida --salvo con autorización y un servicio de emergencias para apagarlos-- como confirmó ayer la Policía Nacional. Es más, la policía local recuerda esta prohibición cada vez que llegan las navidades con la advertencia de sanciones.

Los vecinos llamaron a los agentes locales, que no dieron con los autores --tres jóvenes que un vecino vio huir-- por eso insisten en pedir vigilancia.