Vecinos de la calle Cartas van a recoger firmas para pedir el cierre del pub El Pecado del Diablo por incumplir el nivel de ruidos y el horario de cierre. Tomarán esta medida tras un año de quejas y llamadas a la policía local y dado que cada fin de semana "es imposible dormir".

El problema de ruidos se remonta al 2004, en que los vecinos enviaron escritos de queja al ayuntamiento y este obligó a su propietario a poner un limitador de ruidos, lo que hizo en el 2005. Pero los afectados aseguran que desde hace un año "el dueño manipula el limitador y ha vuelto la música hasta pasadas las cuatro de la mañana".

Así lo ha denunciado uno de los residentes ante la Policía Nacional y también con numerosas llamadas a la policía local, la última el pasado fin de semana, porque "el nivel de ruidos permitido es de 30 decibelios, pero en mi casa --justo encima del pub-- por lo menos llega a 130. Cuando ha tenido el limitador no se oía nada, pero ahora es insufrible", se lamenta.

Además, se quejan también de pasividad por parte de la policía local y preguntan a la alcaldesa: ¿Qué sentido tiene poner un limitador si no lo controlan? y ¿qué funciones tiene la policía local si cuando llama un ciudadano no van y no hacen parte? Además, lo lógico es que si hay un horario de cierre, se controle". A esto añaden: "Esperamos que si no se cierra el bar no sea porque el padre del dueño va en las listas del PSOE".

Esto lo negó ayer el edil de Seguridad, Blas Raimundo, quien confirmó haber recibido quejas vecinales y "precisamente por eso le obligamos a poner el limitador de ruidos". Así, dijo que el ayuntamiento no ha abierto expediente de cierre a este pub porque "lo tiene todo legal, lo que pasa es que dicen que quita el limitador". Ante esto, explicó que "aunque la policía vaya al pub, no está obligada a subir a casa de los vecinos por si se oyen ruidos". Sí reconoció que controlar si sobrepasa el horario de cierre es tan fácil como acudir al local. De momento, dijo haber citado al propietario para tratar de buscar a una solución.