Llevan años quejándose, pero en los últimos seis meses, las peticiones de los vecinos de la zona centro --calle Cartas y aledaños-- se han multiplicado ante el ayuntamiento, con diversos escritos, acompañados por firmas, para pedir un mayor control de los locales de copas; de sus licencias y horarios de cierre, e incluso han pedido la declaración de zona saturada de ruidos para siete calles y mediciones de los niveles de ruidos.

Hasta la fecha y según explican los afectados, todas las peticiones han obtenido la misma respuesta; el silencio municipal y esto se suma a que los problemas que denuncian, sobre todo el hecho de que algunos locales sobrepasan el horario de cierre, con el consiguiente ruido que generan y la imposibilidad de que los vecinos puedan dormir, persisten.

Como ejemplo, a las 5.22 horas de la madrugada del pasado viernes, la policía local recibió una llamada vecinal que advertía de que un local de la calle Cartas permanecía abierto y, dado el número de clientes que tenía "aquello era un escándalo. Imposible dormir y yo y otros vecinos teníamos que levantarnos poco después para trabajar".

Es "la historia de siempre", pese a que el concejal de Interior insiste en que su empeño es poder conciliar el derecho al descanso de los vecinos con el derecho al ocio. Pero para los afectados, esto sigue sin cumplirse y, sumado a la nula respuesta municipal, confiesan que "nos sentimos desamparados, la gente desiste ya de llamar a la policía porque las llamadas no sirven para nada y los escritos se guardan en algún cajón. Estamos cansados de denunciar al mismo local y no hemos visto nunca una denuncia de la policía o el ayuntamiento".

FALTA DE BALDEO Por otro lado, los vecinos de la calle Cartas remitieron otro escrito al ayuntamiento en junio del año pasado en el que pedía una "efectiva" limpieza de la calle. Advertían que, desde la esquina con la calle del Borrego hacia arriba, la empresa de limpieza no regaba, con lo que se acumulaban los vómitos, orines y otra suciedad.

A día de hoy, el problema también continúa. "Cuando enviamos el escrito, se lo tomaron de manera muy entusiasta y comenzaron a baldear, pero duró dos días y ahora seguimos igual", dicen los vecinos. Tanto es así que son estos los que limpian las manchas de vómito y orines de la puerta de sus casas y afirman: "La empresa dice que el problema es de una boca de riego que está averiada. El ayuntamiento le pidió a la empresa que la arreglara y no lo hizo y ya hace meses que no baldean".