Las asociaciones de vecinos de Gabriel y Galán y Ribera del Valle (Unadata) han recurrido a la edil Carmen Blázquez para pedirle más vigilancia policial para terminar con los problemas del barrio, dado que la alcaldesa afirmó en la junta local de seguridad que no está previsto aumentar la vigilancia en ninguna zona de la ciudad.

Los vecinos se reunieron ayer con la concejala para insistir en su petición, que ya han hecho al ayuntamiento, por escrito, porque "hay menores vendiendo y consumiendo drogas, otros que tiran piedras a las ventanas, puertas, farolas o rompen los buzones y también hijos de desalojados que vienen con coches y motos sin documentación y hacen pintadas o nos insultan".

Además, han demandado a la edil más refuerzo en limpieza, porque además hay quien arranca las papeleras y piden soluciones a los constantes apagones que favorecen aún más los delitos. Mientras Blázquez les ha concedido el centro cívico de La Esperanza, que estaba en desuso. La concejala indicó que la solución a la limpieza está en camino aunque destacó que "no pondremos más papeleras hasta que acaben los desalojos porque nos las arrancan" y señaló que transmitirá sus inquietudes a la alcaldesa, a quien los vecinos quieren contárselo en persona.