Viven justo detrás de sor Valentina Mirón pero llevan esperando hasta doce años que el ayuntamiento les dote de algo tan simple como alumbrado público y pavimento en las calles mientras algunas casas deshabitadas se han convertido en un foco de ratas. Son las quince familias de las calles Cristóbal Cano y La Zarza, que han denunciado públicamente el trato que les da el ayuntamiento. "Aquí --afirman-- no han venido a hacer obras ni cuando estaba Mariño. Nos tratan como si fuéramos perros y no humanos".

Vecinos como María Mendo, que lleva viviendo 60 años en la zona, recuerdan que han sido las propias familias las que han tenido que costear mejoras como el arreglo de las tuberías de saneamiento, que se rompieron hace dos años, y la construcción de una zanja para impedir que las casas se inunden cuando llueve.

CINCO DIAS SIN LUZ EN LA CALLE

Pero además, tienen problemas con el alumbrado público porque "saltan chispas, hay cortocircuitos y hace una semana estuvimos hasta cinco días sin luz, completamente a oscuras". También tienen que batallar con los desniveles del pavimento que sufren, sobre todo, las personas mayores que viven en la zona y tienen que andar con bastón, de hecho, provocó la caída de un vecino hace unos días. A esto se unen la veintena de casas deshabitadas que "el ayuntamiento dijo hace tiempo que las iban a tirar" y continúan en pie, con okupas y plagadas de ratas: "si nos vieras en verano a los vecinos corriendo detrás de ellas...", comentaba ayer uno de ellos.

Las familias están hartas de esta situación y lo último que han hecho es entregar sus firmas al ayuntamiento con una única petición, de momento desoída por el equipo de gobierno: "que nos arreglen el barrio porque aquí todos pagamos como los demás y no hay derecho".