Desde 1996 la comunidad de vecinos del pasaje del Salvador no ha parado de remitir escritos al ayuntamiento contra los ruidos que emite el Okey, un establecimiento nocturno de copas situado justo enfrente en la céntrica calle del Rey. Pero la gota que ha colmado el vaso es que el propio ayuntamiento le acaba de confirmar que no tiene licencia de pub, sino de bar con lo que no puede poner música ni siquiera ambiental ni puede cerrar más tarde de la 1.30 de la madrugada, según la normativa de la Junta.

"Es inconcebible que después de tantas denuncias y tantas llamadas telefónicas de madrugada a la policía local porque aquí no hay quien duerma, resulta que es que no tiene ni la licencia adecuada". Así las cosas, el lunes registraron en el ayuntamiento su último escrito pidiendo que haga cumplir la Ley. "Si el próximo fin de semana todo sigue igual-- advirtió ayer el portavoz de la comunidad de vecinos, Enrique Gómez-- no nos queda otra que llevar al juzgado al propietario del bar y al ayuntamiento por dejación de funciones". Durante años han tratado pacientemente de lograr una solución, pero hasta ahora ninguna corporación ha tenido en cuenta que no duermen por culpa de un local que no cumple la ley.