Más de la mitad de los vecinos de los 64 pisos sindicales del Pilar están a favor de que la Agencia Extremeña de la Vivienda los sustituya por otros nuevos. Fue la propuesta que hizo en diciembre el presidente de la agencia, Javier Corominas, en lugar de llevar a cabo solamente las reparaciones que necesitan los pisos y que los vecinos llevan años esperando.

Corominas lanzó esta idea debido a su "baja calidad arquitectónica" después de más de cincuenta años en pie, pero afirmó entonces que la última palabra la tendrían los vecinos. Por eso, el presidente vecinal, Juan Pablo Castiñeira, ha mantenido reuniones con todos ellos para explicarles la idea de Corominas, aunque les ha advertido de que "la demolición es ahora un embrión" y de que está pendiente de mantener una nueva reunión con el presidente de la agencia para tener más información sobre la propuesta.

TRASLADO TEMPORAL Pero mientras tanto, Castiñeira destacó que más de la mitad de los residentes prefieren tener pisos nuevos, porque "ganarían en calidad al tener ascensor o plaza de garaje y se revalorizarían". Por contra, dijo que los que se oponen a esta idea lo hacen por motivos sentimentales: "Son gente mayor que lleva toda la vida viviendo ahí y además supone mucho trastorno para ellos".

El motivo y, según los datos de la propuesta que tiene Castiñeira, es que durante 18 o 20 meses tendrán que trasladarse a otro piso mientras construyen los nuevos. Sobre el coste para los vecinos, cree que no tendrían que pagar nada porque "la Junta obtendría fondos de estas viviendas donde residirían provisionalmente, que luego vendería, y los bloques nuevos tendrían más pisos también para venderlos".