El pasado mes de marzo, se hacía público el Informe Ambiental Estratégico elaborado por la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta respeto a la modificación puntual del PGM solicitada por los propietarios de viviendas de la sierra de Santa Bárbara para poder regularizarlas. El informe fue positivo. El ayuntamiento se lo pasó a sus técnicos y el 21 de marzo se reunió además con el arquitecto redactor del plan para estudiar el cambio. Es necesario que este trámite pase por el pleno, pero no fue en marzo ni será en abril porque fuentes municipales señalaron ayer que «no hay información nueva» al respecto y que todo sigue su curso.

El colectivo de residentes indicó ayer que, tras la reunión con el redactor del plan, el ayuntamiento le comunicó que enviaría una carta a todos los propietarios con las condiciones a las que tendrían que ajustarse, pero ha pasado un mes y «no sabemos nada. No entendemos por qué tardan tanto, no tiene lógica porque de lo que se trata es de hacerlo ya. Nosotros hemos dicho que estamos dispuestos a ajustarnos a lo que sea».

Les corre prisa porque, mientras no inicien el proceso de regularización, seguirán en marcha los expedientes de disciplina urbanística abiertos contra ellos y que incluso han impuesto multas coercitivas que han sido recurridas por los propietarios y «se siguen presentando alegaciones».

Precisamente, a finales de marzo, el alcalde señaló que el gobierno municipal iba a «seguir con el procedimiento» y se requerirían algunas aclaraciones a los propietarios. Una vez que contaran con los informes de los técnicos municipales, se harían públicos y se informaría de la decisión municipal y del trámite que iría a pleno para después pasar a la Junta. «No hay nada nuevo», insistió ayer el ayuntamiento.

Por lo tanto, los vecinos tendrán que seguir esperando, pero lo que piden es que los trámites se agilicen para que, cuanto antes, puedan regularizar sus casas. Es lo que la Junta considera viable en su informe medioambiental, que señala que los terrenos objeto de la modificación puntual «no se encuentran incluidos en la Red de Áreas Protegidas de Extremadura», ni sobre ningún plan territorial ni PIR aprobado. Es más, indica Medio Ambiente que «el principal efecto ambiental originado por la modificación es el impacto paisajístico producido por las viviendas unifamiliares ya existentes» y, gracias a las medidas recogidas en el informe «no se originará nuevo impacto ambiental paisajístico y el existente se minimizará».