De suerte que nunca ha habido accidentes graves, pero la avenida del Generalísimo tiene todas las papeletas. El último incidente lo provocó precisamente un vehículo estacionado en doble fila por encima del paso de cebra. Dos de los ocupantes --una madre y su hijo-- se bajaron y cruzaron de acera sin mirar que venía un turismo, por suerte, a poca velocidad y todo quedó en un susto. Aunque el padre, el conductor que imprudentemente aparcó en doble fila, se bajó como una exhalación y la emprendió a golpes contra el vehículo, conducido por un conductor novel que se había ido a topar con su familia. Esto ha ocurrido recientemente a la altura donde los coches en doble fila colapsan la avenida, sobre todo por las noches y durante los fines de semana.