La veintena de discapacitados que se dedican en Plasencia a la venta del boleto de lotería de la Organización Impulsora de Discapacitados (OID) no dudaron ayer en unirse a la delegada de la organización en la ciudad para protagonizar una manifestación a las puertas de la oficina en protesta por el precinto de la sede ejecutado el lunes por orden de la Junta.

Bajo el lema de No somos delincuentes, queremos trabajar , insistieron en que "no somos ilegales porque pagamos nuestros impuestos" y pidieron una explicación a la Junta dado que se trata de la única oficina cerrada hasta el momento de las cinco que la organización tiene en la región y de ella dependen unas 200 familias de la ciudad y las comarcas.

Sobre el precinto y la intervención de cupones, Rosa Gil advirtió que "si hubiéramos cometido algún delito tendrían que haberse llevado las llaves para registrar la sede. Lo que han hecho es actuar coaccionado, exigiendo y sin orden judicial ni autorización, porque yo no la di". Además, quiso dejar claro que "vamos a seguir vendiendo".

Por otro lado, IU se acercó a la manifestación "para informarse de si el precinto puede dar lugar a alguna intervención parlamentaria en la Asamblea regional".