No cayó sobre vehículos ni personas pero fue cuestión de suerte porque la cubierta de uralita desprendida ayer por la tarde de un bloque de pisos de la avenida Calvo Sotelo fue a parar a la acera situada junto a la parada del autobús urbano, donde en esos momentos no esperaba nadie. La Policía Local acudió a regular el tráfico de la concurrida vía mientras un equipo de bomberos retiraba más uralita también desprendida.