El requerimiento municipal de pintar fachadas del centro por decoro ha empezado a cumplirse. Algunos particulares de la calle Trujillo han sido los primeros y mientras la concejalía de Patrimonio ha anunciado que la policía fiscal del ayuntamiento va a realizar una inspección para comprobar el grado de cumplimiento de las diecinueve primeras, ha ordenado una segunda tanda de seis. El objetivo es lavar la cara al casco histórico y los afectados pueden solicitar ayudas económicas a la oficina del Area de Rehabilitación Integral (ARI) de la Junta situado en el antiguo edificio de RNE de la plaza de la catedral.

El propio ayuntamiento también ha buscado la fórmula para pintar una serie de edificios del circuito turístico y serán desempleados en formación mediante un taller con fondos públicos los que adecentarán fachadas, en este caso, de inmuebles municipales o de otras instituciones, pero considerados de interés histórico, tales como la plaza de abastos, el seminario o la sede de la oficina del paro. Esta ha sido una iniciativa del edil de Empleo, Francisco Martín.

Mientras que la concejala de Patrimonio, Mónica García, está gestionando los requerimientos a particulares. "Lo más difícil ha sido identificar a los propietarios --indica la concejalía-- porque a veces son varios o se trata de edificios abandonados, pero se les ha dado un plazo prudencial porque entendemos que económicamente pueda ser algo que no tuvieran previsto". Lo que no especificó es cuánto, pero sí que de alargarse mucho, el ayuntamiento lo acometerá y le pasará la factura a los dueños.