Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito empezó ayer a sentirse verdaderamente incómodo con el juicio por atropello mortal. A pesar de que entró en la sala riéndose con sus acompañantes, poco a poco fue cambiando de cara al revivir el accidente y comprobar cómo los policías y testigos contradecían su versión. Los agentes declararon que la calle "estaba bien iluminada". Según los testigos oculares, además, el vehículo del bailaor se acercó al lugar del atropello a una velocidad "endiablada" y con el motor "muy acelerado", con gran estruendo.

La Policía Local de Sevilla destacó que el paso de cebra estaba bien pintado y había señales verticales, que había buena visibilidad, y que cuando llegaron al lugar del suceso una veintena de personas estaban rodeando el cuerpo de Benjamín Olalla, aunque no hallaron restos de sangre o cristales en la zona.

Los testigos insistieron en que el atropello tuvo lugar en el interior del paso de cebra --no 10 metros antes, como mantienen los acusados--, y coincidieron en que el coche de Farruquito se acercó a una velocidad "temeraria" --a más de 100 kilómetros por hora-- saltándose al menos dos semáforos en rojo en el tramo de 500 metros donde se produjo el mortal accidente.

VARIAS VERSIONES No obstante, hay diferentes versiones acerca de si el artista paró el coche después del suceso o siguió hasta perderse de vista sin aminorar la marcha. Según la Policía, Farruquito aseguró no ser el dueño del coche, de lo que se desdijo luego al explicar que lo estaba reparando después de un accidente sin importancia que había tenido su hermano, versión que repitió meses después al amigo que se encargó de llevar a arreglar el coche. Pero la policía sospecha que era el BMW que había matado a Olalla. "Detuvimos al chaval a raíz de lo que nos dijo Farruquito pero, no sé por qué, no me creí la historia", relató un agente. "De hecho, dijo que ahora entendía por qué su hermano había perdido peso y tenía ojeras", añadió. Tanto el hermano como el primo del bailaor, menores de edad, insistieron en que la idea de culparse surgió de ellos mismos y que relataron los hechos que oyeron contar al bailaor.

INMIGRANTE MUSICAL La artista colombiana Shakira, de moda gracias a la canción La tortura (en la que colabora Alejandro Sanz) bailó su danza del vientre el pasado lunes en Barcelona. La estrella rodó el vídeo de la canción No que acompañará al segundo sencillo de Fijación oral.

ACTOR EN REMOJO El actor Ewan McGregor, protagonista de las últimas entregas de La guerra de las galaxias, ha confesado que su afición a la bebida estuvo a punto de arruinar su carrera profesional. En una racha de total sinceridad, el artista ha reconocido que en diversas ocasiones llegó incluso a presentarse borracho en los platós. En las declaraciones, realizadas a la revista Playboy, el actor de Moulin Rouge ha recordado que beber reducía sus actitudes como intérprete.