El sector del transporte se convirtió en el garante de que alimentos y mercancías no faltaran durante el confinamiento, realizando sus profesionales un esfuerzo no siempre visible ni reconocido

Los transportistas son un sector muy afectado por la crisis sanitaria del coronavirus. El transporte de mercancías por carretera desde el inicio del estado de alarma fue declarado actividad esencial, por lo que no ha parado en ningún momento, salvo aquellos transportes en los que sus clientes se han visto obligados a cerrar como la construcción o la industria del automóvil, por ejemplo.

Por lo que respecta al transporte de viajeros por carretera la situación ha sido distinta, ya que desde el inicio el gobierno rebajó el número de pasajeros a transportar, lo que unido a la nula movilidad de la población ha hecho que el 90% de los trabajadores del sector hayan estado en ERTE, de los cuales muchos de los cuales siguen actualmente.

INCERTIDUMBRE.

Para Mario Aza, secretario general de la Asociación Gremial del Transporte de Extremadura «la nueva normalidad se vive en el sector con mucha incertidumbre, me imagino que igual que en el resto del sectores económicos de este país».

Los profesionales del transporte han vivido situaciones en ocasiones dantescas. Durante el estado de alarma a los transportistas no se les dejaba acceder en ocasiones a los servicios de las estaciones de servicio, hasta el punto que el gobierno tuvo que regular normativamente el acceso de estos profesionales al acceso de los baños y establecimientos de venta de comida de las estaciones, bajo sanción en caso de que se negaran. En algún caso se ha tenido que llamar a la Guardia Civil para que se desplazara a alguna estación de servicio.

En cuanto a los tiempos de conducción y descanso, Aza explica que durante el estado de alarma se han ampliado estos tiempos con el objeto de que los transportistas pudieran atender la demanda de la sociedad. «No hemos tenido incidencias con respecto a la falta de papel de los tacógrafos, las empresas suelen ser previsoras en este sentido», dice.

Afortunadamente los profesionales han estado informados y atendidos en los momentos más difíciles. «Desde AGT EXTREMADURA nuestros socios transportistas han estado atendidos e informados en todo momento, tanto telefónicamente como vía emails e internet. Entiendo que aquellos que no estuvieran asociados no habrán estado informados», indica el secretario de AGT Extremadura.

SITUACIÓN DELICADA.

Para Aza la situación actual del transporte extremeño es delicada, en cuanto al transporte de mercancías por carretera. «El cierre de empresas por la crisis va a suponer a corto medio plazo el descenso de la demanda y por ende la desaparición de empresas de transporte. En cuanto al transporte de viajeros, yo creo que el panorama es peor, los ciudadanos han reducido en gran medida su movilidad y ello unido al favorecimiento de las Administraciones hacia otro tipo de transportes, supondrá la desaparición de muchas empresas de viajeros».

A corto plazo, el sector tiene como reto intentar sobrevivir, a medio largo plazo especializarse en los transportes de las empresas que sobrevivan a la crisis, y de otro lado, conseguir que las Administraciones se tomen en serio al transporte por carretera, el cual mueve más del 80% de las mercancías.

«Creo que la ciudadanía no es consciente de la importancia del transporte por carretera, la rapidez, profesionalidad e inmediatez que tiene este tipo de transporte no la tiene ningún otro. Es un sector que no está debidamente reconocido ni por la sociedad ni por la Administración, y eso que es un sector que ha sido declarado esencial en el estado de alarma por la pandemia y que su labor durante la misma ha sido importantísima. A modo de ejemplo, salvo error por mi parte, el pasado día de Extremadura, fue uno de los únicos sectores de los declarados esenciales durante el estado de alarma, que no fueron reconocidos expresamente ni estuvieron representados en la entrega de medallas», concluye Mario Aza.

Curiosamente, el trabajo de los transportistas ha sido objeto de reconocimiento por el propio Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien destacó «el papel fundamental que los transportistas han desempeñado para vencer al virus», calificándolos de forma expresiva como «los soldados de a pie que nos llevarán a la victoria». Como vemos, eso sucede en otros países, mientras que en España la labor de estos verdaderos héroes que se hacen miles de kilómetros cada día ha quedado en un segundo plano.