Alrededor de doscientas personas se concentraron ayer a las puertas del centro de salud de Monesterio para pedir mejoras sanitarias. La convocatoria se hizo de manera anónima a través de las redes sociales, provocada ante la necesidad, decía el llamamiento, de «acabar con esta situación, antes de que ocurra algo irremediable». El origen de la protesta, según la comunicación reenviada por una aplicación, sería la carencia de facultativos: «Un solo médico para atender a un pueblo de más de 4.000 habitantes».

El alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, que acudió a la concentración acompañado por otros miembros del equipo de gobierno municipal, explicó que el problema radica en la falta de médicos para la sustitución de bajas, que se habría intentado solventar habilitando consultas por las tardes y acumulándolas con otros médicos. Durante unos días se ha dado la circunstancia de que uno de los médicos del centro está dado de baja y otro disfrutando de vacaciones. A esto se añade el repunte de casos de gripe estacional.

Ante el conocimiento de esta preocupación vecinal, el alcalde convocó el viernes el Consejo de Salud con la intención de conocer la situación real del centro sanitario. Según Garrote, la Gerencia del SES ha decidido suspender las vacaciones a todos los facultativos hasta que quede resuelta esta situación. Además desde el ayuntamiento se ha trasladado a la gerencia la necesidad de que por encima de cualquier otra consideración debe primar la asistencia sanitaria a la población. En un comunicado el ayuntamiento ha pedido «disculpas a los usuarios que se hayan podido ver afectados», haciéndoles entender que «debe primar lo urgente sobre las consultas ordinarias». Del mismo modo se «agradece el esfuerzo del personal sanitario». El comunicado concluye con la consideración de que el ayuntamiento «seguirá siendo reivindicativo en materia sanitaria y continuará exigiendo mejoras en algo tan importante como es la salud.

Actualmente la Zona de Salud de Monesterio tiene nueve médicos: tres de familia en el centro de salud, otros tres en Pallares, Montemolín y Calera de León, una pediatra y otros dos facultativos integrados en el Punto de Atención Continuada.