El alcalde de Llerena, Valentín Cortés, afirma que nunca fue "preadvertido" por ninguna persona de que Agustín Tarazona, al que se juzga por organizar festejos taurinos que no llegaron a celebrase, no tuviera conocimientos en la gestión de festejos taurinos.

Cortés realiza esta afirmación durante la segunda jornada del juicio que se celebra en Badajoz contra Tarazona por una supuesta estafa al promover dos corridas para la Feria de San Miguel de 2005 que no se llegaron a celebrarse.

La Fiscalía pide 8 años de prisión para Agustín Tarazona y una indemnización de casi 140.000 euros destinada a los afectados por la suspensión de estas dos corridas en la que iban a torear los diestros Miguel Abellán, "El Cordobés", "El Capea", Antonio Canales Rivera y Javier Solís.

Valentín Cortés niega que conociera a Tarazona durante un evento deportivo organizado por este en Villafranca de los Barros, ya que, según dice, la primera vez que le vio fue "cuando vino al ayuntamiento interesado por la organización de los festejos".

El edil llerenense explica que se ofreció una subvención a Tarazona para que organizara los festejos porque era una oferta más "ventajosa" económicamente para el consistorio que la realizada por la compañía que había llevado a cabo las corridas los dos años anteriores.

Además, indica que cuando Tarazona presentó su proyecto, se pudo comprobar que estaba "muy bien aleccionado e informado" en relación al mundo taurino.

Sin embargo, Cortés sí recibió una llamada del entonces alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, quien le alertó de que Tarazona le había dejado "tirado" en la realización de un evento deportivo.

El Ayuntamiento de Llerena controló todos los pasos y contratos realizados por Agustín Tarazona en cuanto a la organización de los festejos, sin detectar problemas hasta que se conoció que había suspendido la corrida del día 24 de septiembre de 2005.

En este sentido, el ganadero Juan Albarrán -cuyos toros fueron contratados para una de las corridas suspendidas- expresa durante el juicio que alertó a Cortés durante una conversación informal en el Ayuntamiento de que veía en Tarazona "cosas raras".

En cuanto a la corrida del día 25 de septiembre, Cortés indica que el ayuntamiento se ofreció a celebrarla porque "podía producirse un altercado público", pero Tarazona "se bloqueó" y se "negó" a la celebración, con lo cual el consistorio presentó una denuncia inmediatamente.

Durante la jornada de hoy han declarado otros testigos como el citado Juan Albarrán o el jubilado José Tena, que indica que las entradas seguían vendiéndose los días 24 y 25 por la mañana pese a la posterior suspensión.

Valentín Cortés subraya antes del juicio que el consistorio "fue controlando todos los contratos, permisos o autorizaciones" que tramitó Tarazona y sin embargo "no se celebraron las corridas".

Pese a las suspensiones, las entradas se siguieron vendiendo, y fue el propio Cortés quien dijo que dejaran de venderse, lo que demuestra la intención de Tarazona de "lucrarse" de forma "indecente".