El alcalde de Olivenza, Manuel González Andrade, ha anunciado que renuncia a que la localidad acoja el controvertido museo de la caza.

A través de un mensaje por la red social Facebook, González Andrade ha afirmado que, si bien en un principio le interesó la idea por ser una oportunidad para generar "riqueza y empleo", las declaraciones del promotor que, según el alcalde, "se basan en un concepto de la caza diametralmente opuesto al de la caza sostenible del medio rural", le han hecho tomar esta decisión.

A continuación, el texto de la misiva:

Buenas noches a todos.

En relación a la noticia publicada el 6/10/2019 relativa a la implantación de un museo de la caza en la ciudad de Olivenza.

Suelo aplicar el principio de prudencia en lo que digo y en las decisiones que tomo, máxime cuando las mismas tienen un importante calado social, como la que nos ocupa en los últimos días; por eso me he tomado el tiempo conveniente para pronunciarme, esperando que pasase todo el ruido mediático generado a colación de dicha noticia, (donde por cierto, ha tenido uno que leer de todo), aprovechada además por algunos para desatar morbo y utilizarla también políticamente, dado el momento electoral en que nos encontramos (nuevamente).

Cuando uno tiene representación institucional tiene la obligación de tomar decisiones, anteponiendo siempre el interés general al propio, haciéndolo siempre con el fin de que, a corto, medio o largo plazo, éstas van a mejorar la vida de la gente a quien se representa, aunque en multitud de ocasiones sea sobre cuestiones con las que uno no ha convivido ni practica.

Sabéis que no soy taurino ni cazador, pero respeto a ambos colectivos, con los que además, en el lugar en el que vivimos hemos nacido, crecido y a día de hoy convivimos.

Ni considero asesinos a los toreros ni a los más de 500 cazadores que forman parte de la sociedad de cazadores “La Oliventina”, cómo se acostumbra a leer en según qué foros. También me habréis oído en multitud de ocasiones que tenemos que saber aprovechar los recursos de los que disponemos para que Olivenza avance, y entre ellos se encuentran los toros y la caza.

En marzo llegó una propuesta al Ayuntamiento de Olivenza. Un señor, desconocido por mí hasta la fecha, el cual además nunca apeló a ninguna relación personal con nadie ni del Ayuntamiento ni de la Junta de Extremadura, quería donar su colección de animales, al parecer de incalculable valor, para crear con ella un museo, dando la opción de hacerlo en Olivenza o en cualquier otra parte del mundo, sin ningún coste para nosotros ni para la administración regional. Recalcar aquí, que nunca se pidió ninguna contraprestación económica por ello. Sí se contemplaron, sin embargo, por parte de la administración regional, obras menores de rehabilitación para adecuar al museo la planta baja de la Universidad Popular.

Una colección, que un principio pudiera tener valor didáctico, histórico y mucho potencial turístico, generando un atractivo más para visitar Olivenza y colocándonos en el mapa mundial al convertirse éste en el mayor museo del mundo sobre el mundo cinegético. Mi primer pensamiento fue en primer lugar hacia la hostelería, el comercio y las empresas oliventinas; en definitiva, generación de riqueza y creación de empleo para Olivenza.

El objetivo de la propuesta era muy básico y en consonancia con los principios que de la caza que defendemos desde el PSOE extremeño: la creación de un Museo cinegético en el municipio de Olivenza, para promover la ciudad como municipio histórico, dotado de un patrimonio cultural, social y artístico enriquecido con la creación del Museo. Fomentar el estudio, la investigación y la difusión de la caza y la pesca en Extremadura y promover en la sociedad el interés por la caza y la pesca, aplicando las nuevas tecnologías que faciliten su acceso. Nada más que el concepto sobre la caza que tenemos en un medio rural como este.

El domingo nos encontramos con que las declaraciones de este señor se basan en un concepto de la caza diametralmente opuesto al de la caza sostenible del medio rural, donde además se vanagloria de ser franquista, de haber matado a más de 420 especies de animales, algunas de ellas en peligro de extinción, al tiempo que quita importancia a delitos fiscales por tratar de evadir el pago de impuestos en la venta de su empresa.

Todos los ingredientes para concluir que este proyecto no puede representarnos, no representa a los oliventinos y oliventinas ni puede representar el futuro de progreso de Olivenza, y por tanto, no tendrá cabida en ningún edificio público municipal. Antes de concluir, agradecer la colaboración sincera por parte de la Junta de Extremadura, que a día de hoy comparte el malestar generado por esta situación.

Este señor, y esta forma de entender la caza y el mundo, representa a una España que yo no viví, pero que, de haberlo hecho, hubiese peleado por cambiar.