El conjunto monacal de San Miguel de los Fresnos, en Fregenal de la Sierra, acaba de ser incluido en la Lista Roja del Patrimonio, que elabora la asociación Hispania Nostra y que recoge cerca de 800 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.

El conjunto monacal de la localidad pacense se encuentra en estado ruinoso y cubierto de maleza, “con riesgo de desaparecer”, según la citada asociación, que ha advertido de ello a través de una nota de prensa remitida este viernes.

El lugar se proyectó como un lugar de adoración, pero posteriormente pasó a ser usado como corral para guardar ganado bovino.

Actualmente hay una puerta metálica que cierra el acceso a la nave y toda la techumbre está desaparecida, por lo que su estado de conservación es “bastante malo”, ya que tan solo se mantienen los muros perimetrales, los arcos ojivales y el ábside reformado, advierte la asociación en la nota de prensa.

Al estar en manos privadas, no se puede exigir un mantenimiento, recuerdan las mismas fuentes.

Los orígenes de este conjunto monacal de Fregenal de la Sierra se remontan al siglo VII, durante la época visigoda, periodo en el que se fecha la construcción del ábside central y los arranques de las bóvedas de cañón laterales, realizados ambos con el mismo mortero.

El conjunto pudo estar construido, en parte, con los restos de un monumento anterior romano o paleocristiano.

Pese a sus orígenes visigodos, el conjunto arquitectónico ha sufrido diversas intervenciones y modificaciones a lo largo del tiempo.

Durante el periodo bajomedieval se realizó una iglesia rural bajo la advocación del Arcángel San Miguel, la cual actualmente está en ruinas.

Posteriormente, en los siglos XVI-XVII se renovó el altar, que aún se conserva en el ábside de la iglesia, con un nicho y una venera central, flanqueado por otros dos menores.

Del siglo XV, concretamente de 1460, es la figura del Arcángel San Miguel, obra del artista francés Lorenzo Mercadante de Bretaña, que lució la iglesia y que en 1932 fue trasladada a Barcelona con motivo de un certamen expositivo, pero la obra nunca volvió a Fregenal de la Sierra y actualmente se conserva en el Museu Nacional d’Art de Catalunya.