Hubo unos años en los que la celebración de la Semana de Extremadura en la Escuela impregnaba de extremeñidad, a toda la comunidad educativa. Después, estuvo casi a punto de desaparecer, salvo la realización de algunas actividades residuales. Al día de hoy, en plena pandemia, y utilizando las nuevas tecnologías, como mejor soporte para el conocimiento de la región, esta conmemoración toma un nuevo aspecto, más participativo.

Juan Molina, jefe de estudios del colegio de Infantil y Primaria El Llano, explica que “al día de hoy, en Monesterio, el sentimiento de pertenencia a Extremadura, está bastante difuminado”. Cierto “complejo de inferioridad”, manifiesta el docente, “por falta de conciencia”. Ante esta situación se hace “necesario” que espíritu de “ser y pertenecer” a nuestra tierra, se “potencie”, y no sólo desde la escuela. Para ello, hace falta, sostiene Molina, “la implicación de todas las instituciones, de las empresas, de toda la sociedad…”.

Actividades

En este contexto, siguiendo las directrices de Educación, desde este centro se han planteado diferentes actividades, dentro de las aulas, y a través de la biblioteca de la escuela. Con ellas, se ha pretendido “inculcar” entre el alumnado ese “sentimiento de pertenencia” a la tierra, mediante acciones relacionadas con los valores patrimoniales, etnográficos, gastronómicos, naturales y culturales propios de la identidad extremeña.

Con la biblioteca, como “punto dinamizador” del grueso de la programación, el centro ha ofrecido material a los tutores, para el trabajo de esta conmemoración en las aulas. Además, se ha contado con las sugerencias y recursos de los propios docentes y aquellos otros, que proporcionan las nuevas tecnologías.

El pueblo

Con los objetivos de “incrementar y profundizar” en este sentimiento, de cara a próximos curos, el centro plantea actividades más próximas a la ciudadanía, así como para el conocimiento del alumnado del propio medio en el que residimos.

En este sentido, Juan Molina, esboza como actividad principal para el curso próximo “que, para conocer Extremadura, empecemos conociendo nuestro propio pueblo”, quizá lo “más desconocido, por ser lo que menos estudiamos”, concluye el jefe de estudios de El Llano.