La familia de Francisca Cadenas, la vecina de Hornachos (Badajoz) de cuya desaparición, a 50 metros de su casa, se cumple esta noche un año, ha pedido más medios, con la incorporación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, y que su caso "no caiga en el olvido".

Así lo ha señalado a Efe José Antonio Meneses, el hijo menor de esta mujer, de 59 años, que sobre las once de la noche del 9 de mayo de 2017 salió de su casa para despedir a una familia amiga, a cuya hija había cuidado esa tarde, y a la que se le pierde la pista en los escasos 50 metros que recorre de vuelta.

Desde entonces, concentraciones y diferentes acciones llevadas a cabo intentan mantener viva su búsqueda, que desde el punto de vista policial se han completado con batidas terrestres y aéreas, la última en pozos de la zona con máquinas especiales, el pasado mes de abril, aunque sin resultado.

En su pueblo, al igual que todos los días 9 de cada mes, una concentración recordará a esta vecina que salió aquella noche de su casa con unas mallas deportivas oscuras, camiseta de manga corta rosa y zapatillas, sin dinero, ni documentación, y le dice a su familia que regresará enseguida, algo que no ocurre.

Pese a que desde instancias oficiales se asegura que se trabaja incansablemente en el caso, José Antonio Meneses se lamenta de que no es suficiente e insiste en que si desde el primer momento hubiera habido más intensidad en la investigación "el caso estaría resuelto".

"La desaparición se produjo en 50 metros, en un margen de diez minutos, blanco y en botella", asevera el hijo menor de Francisca Cadenas, que confiesa que tiene claro la persona que puede estar detrás de la desaparición de su madre. "Pero no tengo pruebas", dice.

Desde el punto de vista personal, explica que "desde el minuto cero" tanto él como su familia no han dejado de hacer cosas "para intentar saber qué pasó, buscando e intentando hacer cosas para que no caiga en el olvido".

El caso de Francisca Cadenas se encuentra actualmente bajo secreto de sumario, decretado el pasado mes de abril, una circunstancia que la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, considera positiva y que puede ser beneficiosa para esclarecerlo.