La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Badajoz suspendió ayer por octava vez el juicio seguido contra cinco acusados de un delito de estafa. La causa fue por defecto de forma en la convocatoria a un ciudadano alemán inculpado, a quien se le hizo llegar el requerimiento para asistir al juicio dejándolo en el buzón de su domicilio, sistema que no se ajusta a la ley española. Los demás acusados y los testigos sí comparecieron ayer.

Este caso, que colea desde 1992, se ha suspendido otras veces por incomparecencia de la misma persona. Los inculpados son el ciudadano alemán K. H. V. y los españoles E. H. P., J. J. E. B., C. G. C., y F. I. C., acusados de haber participado en una compraventa de jamones presuntamente fraudulenta. En concreto, de la compra a Victoriano Domínguez SA, de Higuera de Vargas, de 545 jamones y 2.400 paletas en dos veces en el plazo de 5 días, por valor de 180.000 euros.

Por estos hechos, el fiscal pedía inicialmente seis años de prisión para cada uno, pena que ha rebajado a 1 año con el fin de que se pueda celebrar el juicio con un inculpado ausente, según Juan Peña, abogado de la defensa. Esta situación la permite la ley. Se acordó ante la sospecha de la acusación particular, que lleva Antonio García Calderón en nombre de Victoriano Domínguez, la víctima de este caso, de que Alemania no colabora para celebrar el juicio.

García Calderón manifestó que "éste es un caso de dignidad nacional y no es culpa de la Audiencia, sino de Justicia, que no es capaz de resolver el problema". Tras la suspensión de ayer, la vista oral aún no tiene fecha de celebración.