La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) presenta una denuncia disciplinaria con agentes del puesto de Talarrubias porque en vez de acatar una orden judicial, que ordenaba la destrucción de prendas de ropa intervenidas en una operación, "la ropa ha sido repartida entre guardias civiles, esposas y vecinos" de la localidad.

Según informa AUGC, en 2005 se intervinieron en el mercadillo semanal de Talarrubias 25 cajas de ropa con marca falsificada, que sumaban en total unas 750 prendas de vestir y se detuvo a su propietario por un delito contra la propiedad industrial, y a finales de 2008 el Juzgado de 1 Instancia e Instrucción de Herrera del Duque ordenó su destrucción.

Sin embargo, "en lugar de acatar la orden judicial, la ropa ha sido repartida", según señala la asociación, que destaca que la Guardia Civil está investigando este asunto, y "ya se ha iniciado una investigación interna sobre lo ocurrido".

En cualquier caso, AUGC muestra su "sospecha" de que "se va a intentar minimizar y que todo quede en algo anecdótico, pues al parecer, la cadena de mando estaría bastante implicada", una sospecha que se fundamenta en que "no toman declaración a testigos directos y a otros testigos le toman la declaración por teléfono".

Esta situación ha provocado, según señala AUGC, que en el puesto de Talarrubias "se está viviendo con una gran tensión", ya que de 11 componentes cuatro se encuentran de baja psicológica, así como la esposa de uno de ellos, "que junto a su marido han sufrido amenazas e insultos tras prestar declaración", asegura la asociación.

Destaca AUGC que en estos momentos está "a la espera" de que se abra expediente "por la denuncia disciplinaria interpuesta el pasado 28 de enero en la que imputaban cuatro faltas muy graves al comandante de Puesto de Talarrubias".

Así, destaca que AUGC se ha personado como acusación popular en las diligencias previas 120/2009 del atestado n 2009-6375-073, "en las que se implica al sargento Comandante de Puesto de Talarrubias en presuntos hechos delictivos", al que esta asociación ha implicado en cinco presuntas faltas graves y muy graves.

"El sargento reconoce haber utilizado un remolque recuperado de un robo, que se encontraba en depósito", señala la asociación, quien apunta que en estas declaraciones, el sargento "se excusa en que fue autorizado por el dueño, cuando este supuesto titular no pudo asegurar que fuera suyo al efectuar la identificación, de hecho nunca lo retiró".

Asegura la asociación que el sargento "también matriculó el remolque con placas oficiales PGC por su cuenta y sin autorización de la Comandancia".

Finalmente, AUGC no entender que "pasados más de cuatro meses desde que se denunciaron estos graves hechos, todavía no se hayan tomado medidas disciplinarias y se esté permitiendo que el Puesto de Talarrubias se convierta en una bomba de relojería a punto de estallar y no se priorice atajar este tipo de comportamientos en la Guardia Civil".