Se le disparó el arma; él creía que había disparado al techo y se asustó al oir el tiro, declaró el autor del disparo mortal ante la jueza», según ha manifestado a este diario el abogado José Duarte, que asiste a uno de los seis detenidos que ingresaron en prisión por el crimen de Feria.

Tras decretar la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Zafra el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de A. J. M. M.; J. M. R. G.; y D. G. C. y sus parejas --A. M. L. M.; V. G. E.; y L. C. M.---, seis de los siete detenidos por la Guardia Civil en relación con el crimen de Feria, y dejar al otro, D. D. P., en libertad con cargos con la obligación de ir al juzgado a firmar los días 1 y 15 de cada mes, el abogado José Duarte, encargado de la densa de J. M. R. G., ha manifestado que pedirá su libertad, «por no tener relación con el disparo» mortal. Lo hará cuando acuda a declarar Ana Pérez, esposa del fallecido, quien tenía que haber acudido a una rueda de reconocimiento, que hubo que posponer al sufrir una crisis de ansiedad, explicó Duarte, que hará su petición aprovechando esa comparecencia.

Tras declarar los detenidos durante dos días en el juzgado, la magistrada terminó los autos de madrugada el pasado domingo y «ordenó el ingreso de los seis en prisión porque apreció la cualidad de homicidio con dolo eventual, que es cuando tú no quieres hacer una cosa, en este caso matar a alguien, pero no pones los medios para impedirlo», señaló Duarte. Esto es en relación a la declaración de uno de los acusados, D. G. C., el que efectuó el disparo la madrugada del 10 de mayo, en la finca La Dehesilla, en el término municipal de Feria, donde mataron al ganadero pacense José Hernández, de 74 años, de un disparo con una escopeta de su propiedad, la que arrebataron a la mujer de éste, Ana Pérez, cuando su marido se la pidió al ver que entraban tres hombres por la fuerza para robarles.

DISPARO AL TECHO / Los agresores los maniataron a los dos y tras hacerse con tres escopetas, dinero y joyas, cuando se iban, el que tenía el arma la disparó causando la muerte de José. En el momento de declarar, el acusado contó que creía que había disparo al techo y que se asustó al oir el tiro; que no quiso apretar el gatillo, lo que provocó un enfrentamiento con sus compañeros que se lo recriminaron en el mismo lugar del crimen, hasta que se fueron.

El ideólogo del golpe fue uno de ellos que había trabajado en la finca meses atrás y vio que José pagaba sin ir al banco, lo que le llevó a pensar que el ganadero, «que era un hombre que se portaba muy bien», indica Duarte, tenía dinero en casa. Así habría convencido al resto para perpetrar el robo, incluidas las parejas de los tres, a quienes dijeron que iban «a robar ganado porcino».

UNA AVERÍA COMO EXCUSA / Las mujeres los llevaron a la finca y se fueron; ellos creían que no habría nadie; de hecho, explicó Duarte, no llevaban armas, la escopeta se la quitaron a la mujer.

Uno de los que fueron al cortijo pidió ayuda porque se le había averiado el coche --éste no iba encapuchado--. Así entraron; y «tras disparar uno, los otros se enfrentaron a él diciéndole qué no tenía que apuntar ni disparar», dijo.

Duarte explicó que «al apreciar la jueza dolo eventual, decidió mandarlos a los seis a prisión, pues al tenerlo en cuenta la pena potencial sube, frente al homicidio imprudente, que sería de 1 a 4, señaló el abogado.

El abogado afirmó que el fiscal «sí se cree la versión, porque llegó a decir que si apuntas a alguien con una escopeta, puede ocurrir ese accidente, y habla de homicidio con dolo eventual, no es un dolo directo, es eventual y eso roza con el homicidio imprudente, con pena de 1 a 4 años, y por esa categoría no hubieran ido a prisión».