Entrín Bajo, con unos 800 vecinos, vuelve por segundo año consecutivo a decorar sus calles y plazas con adornos navideños realizados con material reciclado. Su alcalde, Eduardo Jiménez, explica que el proyecto vio la luz el año pasado por iniciativa de una vecina que junto con niños de Primaria realizaron pruebas y el ayuntamiento lo apoyó. Y con la participación de los vecinos, que durante dos meses, han preparado con botellas de plástico, latas y tetrabricks almacenados en un local municipal, el montaje de estas fechas. Realizan los adornos que cubren todas las calles, con ahorro para las arcas locales.

Manuel Antonio Díaz, diputado de Promedio, ha felicitado al alcalde por este proyecto participativo que la diputación apoya y reivindica pues «gracias a ello decoran todo el pueblo con respeto al medio ambiente, ejemplo que hay que poner en valor para lograr acabar con la dinámica negativa que se da en estas fechas». Díaz se ha referido al destrozo de árboles y la suciedad generada.

Si en 2005 se utilizaron más de 6.000 botellas, este año se superan las 7.000. Se han usado para guirnaldas, el árbol de navidad, un gran muñeco de nieve y otros elementos combinados con luces. Jiménez no olvida la Asociación de Mujeres Rurales que prepara para todo el pueblo y visitantes, ni de los impulsores del mercadillo artesanal que se montará el 3 y 4 de diciembre. El alumbrado se encenderá mañana viernes.