Un grupo de 27 zafrenses han sentido en sus propias carnes lo que muchos peregrinos sienten al realiza el Camino a Santiago de Compostela. Una ruta que comenzó a realizarse en el siglo IX para venerar la tumba de Santiago y que, desde entonces, han realizado miles de peregrinos de todo el mundo.

Los zafrenses, bajo la dirección y asesoramiento de Carlos Soto, tesorero de la Asociación Cultural de Senderismo El Abuelino de la localidad, realizaron la ruta Muxía-Santiago con un recorrido de unos 140 kilómetros en seis etapas.

Comenzaron el 31 de julio en Muxía para continuar por Finisterre, Corcubión, Hospital, Maroña, Negreira y llegar a Santiago el 6 de agosto, ruta que era conocida en la antigüedad como la del fin del mundo ya que los peregrinos, según explicó Soto, consideraban Finisterre el fin del mundo.

Motivaciones

Entre los motivos que les han movido a realizar la ruta, están los religiosos, motivos turísticos y los de estar en contacto con la naturaleza.

Los senderistas, con edades entre los 14 y los 60 años realizaron una media de 18 kilómetros diarios y pasaron las noches en los polideportivos municipales, cedidos por los ayuntamientos.

El año pasado, el arzobispo de Santiago dio el permiso para hacer esta ruta y reconocer este nuevo camino, de Finisterre hasta Santiago, por lo que hay algunos tramos que no están muy bien acondicionados y señalizados, manifestó Soto.

Desde la asociación zafrense se espera repetir la experiencia los próximos años hasta completar las siete rutas que hay hasta Santiago.

La Asociación de Senderismo está ultimando en estas semanas los preparativos para una próxima ruta que realizarán hasta Guadalupe del 30 de agosto al 6 de septiembre en ocho etapas.

"Si a alguien le apetece peregrinar por Extremadura esta es una buena oportunidad", apuntó el tesorero.

Es el cuarto año consecutivo que se organiza esta ruta y, cada edición, realizan un itinerario distinto. En la presente edición, la primera etapa será Zafra-Tierra de Barros para continuar por las Vegas del Guadiana, las dehesas de la zona y la comarca de las Villuercas hasta llegar a Guadalupe donde pasarán el día hasta celebrar la festividad de la patrona de Extremadura, la Virgen de Guadalupe, el 8 de septiembre.