Una vez más, atendiendo el llamamiento de la familia de Manuela Chavero, desaparecida de su domicilio en Monesterio hace ya seis semanas, un centenar de voluntarios, vecinos de Calera de León y de su pueblo natal, salieron al campo para batir una amplia franja de terreno en la que hallar algún indicio de esta mujer.

En la búsqueda, que estuvo coordinada por el sargento de la Guardia Civil, participaron además de los ciudadanos de ambas localidades, cuatro dotaciones de la Benemérita, a cuyo mando estuvo el teniente Antonio Duarte, jefe accidental de la Sexta Compañía de Zafra, además de una amplia dotación de la Cruz Roja de Monesterio y efectivos de la Policía Local de Calera de León y Monesterio. En las tareas de rastreo también estuvieron presentes hermanos y familiares de la desaparecida, así como concejales de los ayuntamientos de ambos municipios, el alcalde de Monesterio, Antonio Garrote e incluso hasta un grupo de senderistas venidos expresamente desde Zalamea de la Serena.

Sobre las ocho y media de la mañana, desde la plaza de Calera de León, se dispersaron los grupos de voluntarios para batir caminos, fincas, barrancos y arroyos sobre un perímetro aproximado de unas cien hectáreas de la zona sur de Calera de León, limítrofe con el término municipal de Monesterio. Cada grupo estuvo coordinado por un miembro de la Guardia Civil y la policía local, conocedores de los distintos parajes a rastrear.

En cuanto a la elección de esa zona concreta, según explicó el teniente Duarte, "no hay ningún motivo que nos señale que pueda haber más posibilidades de éxito", aunque se trataría de "abrir el abanico de la búsqueda" hacia lugares que "todavía no han sido adecuadamente rastreados". Como indicación fundamental, la Guardia Civil advirtió a los participantes en la búsqueda de que "en caso de encontrar algún indicio no tocasen nada" con el objetivo de no contaminar posibles pruebas.

"Lo sobrellevamos como podemos", contó Alfonso Franco, primo de la desaparecida y uno de los familiares de Manuela Chavero que participó en la batida. "Ya van 39 y empezamos a imaginarnos lo peor", se lamentó. No obstante, Alfonso considera que la familia se encuentra "contenta" por el "apoyo máximo" que están recibiendo por parte de ciudadanos, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado e instituciones: "No hay palabras para agradecerlo y no vamos a parar hasta que no hagamos lo último que se pueda hacer", aseguró.

Pasadas las once de la mañana, tras verificar el regreso de todos los participantes al punto de partida, se dio por finalizada otra infructuosa búsqueda. El reparto de bocadillos y agua y unas palabras de agradecimiento por parte del alcalde de Monesterio cerraron otra estéril jornada de rastreo en busca de alguna pista que pueda llevar a localizar a Manoli, como su familia y amigos la conocen.