Cientos de personas de de Villar del Rey y de La Roca de la Sierra acudieron ayer a la iglesia de esta última para acompañar a los familiares de Gregorio Iglesias, víctima del crimen cometido el pasado miércoles, llenando por completo el templo donde se celebró el sepelio y que se quedó pequeño para acoger a tantos vecinos.

Con consternación y estupor asistieron al entierro de Gregorio Iglesias, de 64 años, vecinos de ambas poblaciones, La Roca, de donde era natural el fallecido, y Villar del Rey, donde vivía con su familia desde hace años y donde tuvo lugar el trágico suceso que le costó la vida. El féretro con el cuerpo de la víctima, al que se le practicó la autopsia en el Instituto de Medicina Legal, en Badajoz, partió desde el tanatorio de Puebla de Obando, donde lo velaron sus familiares y amigos, para la celebración del sepelio en la citada iglesia, a las 16.30 horas.

El resultado de la autopsia no ha trascendido, si bien vecinos de Villar del Rey negaron que la víctima tuviera el cuello cortado cuando cayó sobre la calzada de la calle donde tenía su domicilio, si bien sí presentaba cortes además de una puñalada en el abdomen. Fuentes vecinales se mostraban ayer conmocionadas "porque ha sido muy duro, mire usted, muy duro, una cosa así en un pueblo tan pequeño en el que nos conocemos todos afecta a todo el mundo", señalaron.

Por otro lado, Dionisio M. T., detenido por la Guardia Civil como supuesto autor del crimen, permanecía ayer ingresado en la UCI del Perpetuo Socorro, "estable dentro de la gravedad, tras ser operado la noche anterior" de los cortes que se produjo en el cuello, además de otro en una muñeca, según fuentes del SES. El paciente sigue internado bajo custodia en calidad de detenido y pasará a disposición judicial cuando ase le pueda tomar declaración, por lo que la Policía Judicial de la Guardia Civil está pendiente de su evolución.