La comunidad educativa del Colegio Rural Agrupado La Espiga de El Torviscal (Badajoz) inició el viernes una iniciativa pionera de separación y compostaje de los residuos orgánicos con un contenedor inteligente y el huerto escolar como protagonistas.

Los 40 escolares del centro han recibido del Consorcio de Gestión de Servicios Medioambientales de la Diputación de Badajoz (Promedio) un cubo aireado marrón especialmente indicado para la recogida de los restos orgánicos en los hogares. Tras la oportuna formación en el colegio, los niños y sus familias trasladarán sus bolsas compostables al centro educativo, donde se ha ubicado un contenedor inteligente de residuos orgánicos conocido como compobox. Este recipiente es un prototipo de las emprendedoras extremeñas Iris y Chanel Sopo de la empresa Integreellence, que hace acopio de los residuos y los prepara para el compostaje mediante un procedimiento innovador.

La vicepresidenta de Promedio, Raquel del Puerto, destacó la oportunidad de hacer realidad una idea empresarial desde el mundo rural y la sostenibilidad de una iniciativa que reduce el impacto de la ciudadanía en su entorno. En este sentido, los residuos se producen en las viviendas y en el colegio se separan, se compostan y se utilizan como abono en el mismo pueblo, un ejemplo de economía circular y cero emisiones en todo el proceso.