La no convocatoria de la junta general de la Comunidad de Regantes del Canal de Orellana por parte de su actual presidente, Félix Calderón, ha provocado que la comunidad aún no tenga aprobados los presupuestos de la campaña 2003, que el año pasado ascendieron a 1,3 millones de euros y que, según los estatutos, no pueden prorrogarse.

Esta circunstancia, según fuentes de la propia comunidad consultadas por EL PERIODICO, está suponiendo un "serio perjuicio" al órgano de riego que aglutina a unos 6.000 regantes, ya que la puesta al cobro de los recibos de la derrama de este año se va a demorar dos meses. Mientras que los recibos se remiten a los regantes en febrero, éstos no se van a poder pasar este año hasta principios de abril en el mejor de los casos, alargándose el plazo para el pago voluntario hasta finales de mayo cuando los agricultores ya están regando.

Estas mismas fuentes han indicado que la Comunidad de Regantes, de momento, está sobreviviendo económicamente con la subvención concedida por la Consejería de Agricultura el año pasado por valor de más de 228.000 euros, en concepto de obras de reparación.

Debido a este "daño irreparable y al colapso económico" que se está causando, la comunidad ha pedido la intervención de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) para que busque la fórmula para convocar la junta general, pues ahora sólo lo puede hacer el presidente, un cargo que también se renovará en esta junta al estar vencido desde hace años.

En este sentido, el presidente Félix Calderón indicó a este diario: "Esta situación no la he provocado yo, si no los dirigentes de la comunidad que me han prohibido el paso a las oficinas". Por ello, éste sostiene que "las condiciones no son las más propicias" y ha indicado que es la CHG la que debe solucionar el problema.