El reconocido pintor, grabador y escultor español Orlando Pelayo Entrialgo (Gijón, 1920 - Oviedo, 1990), pasó los primeros años de su infancia en Monesterio, hasta que en 1.929 su familia se trasladó a tierras manchegas. Está considerado uno de los máximos exponentes de la pintura asturiana, cuyas obras cuelgan en las más importantes pinacotecas internacionales. Orlando se exilió en Argelia con su padre tras la guerra civil. Luego residiría en Orán, donde trabajó como profesor de español y decorador de cerámicas, aunque fue, años más tarde, en París, donde junto a otros pintores españoles cultivó la pintura figurativa de pronunciado expresionismo.

Expuso en decenas de países y recibió algunos de los más prestigiosos premios dedicados a las artes plásticas en Francia, donde fue galardonado con la Orden de las Artes y las Letras. Recibió las Medallas de Plata del Instituto de Estudios Albacentenses y la del Gobierno del Principado de Asturias. Ahora, el Ayuntamiento de Monesterio acaba de rendirle homenaje póstumo mediante el reconocimiento institucional, junto a sus padres, los maestros nacionales Vicente Pelayo González y Sofía Entrialgo Morís.

El alcalde, Antonio Garrote, durante la proposición al pleno, que la aprobó por unanimidad, dijo que "el vecino Baldomero Calderón presentó un escrito solicitando el reconocimiento a título póstumo". A sus 91 años, Vicente Pelayo, hermano del artista e hijo de los docentes homenajeados, recibió la noticia emocionado.