Los vecinos de Cordobilla de Lácara respiran hoy más tranquilos, ya que el fuerte olor de los dos últimos días se ha disipado bastante en las últimas horas. De hecho, los 80 alumnos del colegio Zurbarán de la localidad, que fueron desalojados ayer, han regresado esta mañana a las clases "con normalidad, porque ya prácticamente no huele", comentan desde el centro.

Además, fuentes del ayuntamiento apuntan que ese fuerte olor es mucho menos intenso después de que durante toda la tarde de ayer y buena parte de la noche se hayan limpiado las tuberías de la red de saneamiento con agua a presión. En todo caso, las investigaciones sobre qué productos han podido ser la causa de este vertido tóxico a la red de aguas municipal continúan hoy, a la espera de los resultados de los análisis de agua.

Hay que recordar que las primeras hipótesis del Seprona apuntan a un vertido de cobre mezclado con algún producto en la red de saneamiento.

Se da la circunstancia de que este es un pueblo ecológico y el uso de insecticidas está prohibido en las labores del campo, pero recientemente se han curado los olivares que rodean el pueblo con cobre y abono y; al parecer, la mezcla de cobre con algún producto aún desconocido se ha podido verter a una alcantarilla y eso pudo provocar esa fuerte olor irritante que se asemeja al azufre.

El alcalde del municipio, Antonio Cruz, dictó un bando aconsejando a los vecinos abrir puertas y ventanas para ventilar las estancias, y en el que reitera que el agua de la red de abastecimiento municipal es potable y apta para el consumo.