Hace una semana la Archicofradía Sacramental y Virgen de los Dolores de Monesterio hacía pública la decisión de excluir del programa oficial de actos de la Semana Santa la procesión de la Virgen de los Dolores, por falta de costaleros. Esta triste decisión, acompañada de un llamamiento para que quien estuviera dispuesto comunicara a la hermandad su disposición y compromiso, hasta conseguir un mínimo de 35 costaleros, ha tenido una respuesta más que inesperada. Una cuadrilla de costaleros sevillanos, formada por medio centenar personas, se ha ofrecido desinteresadamente, para que, la imagen de la Dolorosa pueda desfilar la noche del Jueves Santo, acompañando el paso del Cristo de la Buena Muerte.

Sacri Bautista, comisaria de la Sacramental, acudió hasta los estudios de Radio Monesterio, para comunicar la decisión, dejando abierta la posibilidad de sacar a la Virgen en procesión siempre que encontraran portadores. La noticia, recogida por este diario el 16 de marzo, ha tenido tal repercusión, que rápidamente comenzaron los ofrecimientos y aunque todavía la decisión final de si la Virgen saldrá, o no, no está tomada, todo parece indicar que la Dolorosa podrá acompañar al Crucificado la madrugada del Jueves Santo.

Sólo dos días después de la difusión del llamamiento, Sacri recibe una llamada telefónica comunicándole que un grupo de costaleros sevillanos se ofrece para sacar a la Virgen. La llamada la hacía Rafael Sánchez Rodríguez, de ascendencia monesteriense --su abuela Carmen siempre tuvo devoción a la Virgen de los Dolores-. Rafael, que dirige una cuadrilla de costaleros en la Hermandad de San Pablo, de la capital hispalense, no dudó en poner a disposición de la Sacramental los costaleros necesarios.

Rafael recibió el enlace de la noticia publicada en la edición digital de este diario a través de un compañero de hermandad, que es de Fuente de Cantos. A partir de ahí contactó con familiares en Monesterio y se hizo del teléfono de Sacri para brindarse a colaborar. «Asombrados, sorprendidos y muy agradecidos», comentó Bautista la reacción de la hermandad tras este ofrecimiento que, «aunque no es la solución definitiva al problema», al menos servirá para «estimular conciencias» y conseguir un grupo de costaleros estable para el futuro.